Dios asume toda la responsabilidad en cuanto a nuestras necesidades, si lo obedecemos. Job 42: 7 - 17 Job 42:5 De oídas había oído hablar de ti,pero ahora te veo con mis propios ojos.
   
 
  ADIVINACIÓN Y LA BIBLIA
Fuente: http://apologista.blogdiario.com

Increíblemente, la mayor parte de gente ha puesto sus ojos en aquello que sólo le pertenece a Satanás  para dar solución a  sus problemas que cada día surgen en sus vidas, en un mundo que cada día es más mundo. La consulta a diario de horóscopos no se hace esperar, y hasta los hombres de intelectos elevados no pasan desapercibidos de su sutil atracción,  cuyas formas de proceder cambian, de acuerdo a la  sugerencia de la -sabia sobre naturalidad- de la antiquísima parafernalia.  Podemos ver en la Biblia, que Dios abomina la insolente práctica de leer los horóscopos, cuya base son los signos del zodíaco: 

«Y quitó a los sacerdotes idólatras que habían puesto los reyes de Judá para que quemasen incienso en los lugares altos en las ciudades de Judá, y en los alrededores de Jerusalén; y así mismo a los que quemaban incienso a Baal, al sol y a la luna, y a los signos del zodíaco, y a todos los ejércitos del cielo» (2 R.23:5). 

El rey Josías, fue obediente a la promesa hecha por él  a Jehová, y su resultado no se hizo esperar: Se deshizo de todo aquello que apestaba a idolatría, incluyendo, de acuerdo al versículo de arriba, los esotéricos signos zodiacales, que desgraciadamente  su vigencia en el día de hoy, sigue siendo un medio de confianza para el decidir  de muchos, en vez de poner sus ojos en el Dios del cielo que todo lo sabe y lo enseña, mostrándonos un caminar en luz infinitamente más acepto del que sugiere la lectura de los horóscopos y otras “infernalidades” de la misma estirpe que son denigrantes y peligrosas. 

Los adivinos, nigromantes, agoreros y clarividentes son frecuentemente visitados, más de lo que alguien pueda imaginarse,  y los visitantes van desde individuos iletrados, o  con poco conocimiento en diferentes asuntos, y  asombrosamente, personas sumamente preparadas como profesionales e intelectuales que están bajo el hechizo de la superstición. Sea como sea, el Dios del cielo advierte con ira venidera a los que aprueban o realizan ominosas situaciones de oscuridad y maldad: 

«No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti» (Deuteronomio 18:10-12). 

Personas como Walter Mercado y ligados ya tienen su juicio con un premio terrible, si no se arrepienten y desisten de sus grotescos comercios de estafa condenatoria. Pero culpa tienen también la gente en hacer caso omiso a estos embaucadores de Satanás, que por no batallar de alguna manera, acuden a ellos para solventar los problemas que angustian sus pobres vidas carentes de espiritualidad sana, pero cuando alguien les hace saber que hay un Dios Santo que salva y perdona, y que tienen propósitos de vida, el rechazo es casi inmediato, porque el esfuerzo para acercarse a Él, no lo quieren realizar. Así, que, mañana, la lamentación habrá de manifestarse en un lloro y crujir de dientes, si no llegan a entender con madurez bíblica la benevolencia del Señor (Mt.13:50).

Querido lector: Analice, piense, y escoja: Adivinos y agoreros o el Dios que salva y lo sabe todo; que lo guía correctamente en su caminar, y que lo libra además de la perversidad que lleva a la destrucción eterna. 

«Así mismo destruiré de tu mano las
hechicerías, y no se hallarán en ti agoreros».
 (Miqueas 5:12).
El tiempo es de Dios
 
Dios te ama y siempre te amara
 
1Corintios 2:11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.

1Corintios 2:12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
¿Que nos pide Dios?
 
Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3: 8

1Corintios 1:8 Él os mantendrá firmes hasta el fin, para que seáis irreprochables en el día de nuestro Señor Jesucristo.
¿En quien confias?
 
Confiar en Dios quiere decir, ver más allá de lo que podemos, hacia lo que Dios ve. 2 Reyes 6: 17

Salmo118:8 Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre.
Dios nos espera y siempre nos esperará
 
Apocalipsis 1:8 "Yo soy el Alfa y la Omega," dice el Señor Dios, "el que es, y que era y que ha de venir, el Todopoderoso."

 
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Si es necesario, Dios moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad. 2 Crónicas 20: 12 Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
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