Desde niños, siempre soñamos con llegar a ser alguien en la vida, un reconocido doctor, un experimentado periodista, un famoso escritor, un arquitecto que todos quieren saludar, un deportista reconocido en el país por haber logrado un gran logro.

Todos nos ponemos metas en la vida, la mayoría luchan, día a día para poder llegar a esa meta y recibir el premio anhelado.

Los atletas entrenan todos los días para poder mantenerse en forma, los futbolistas todos los días son entrenados para poder ganar el siguiente juego y ser el campeón de la liga de su país, y uno de esos futbolistas tendrá como meta ser el goleador del equipo y quizás tenga la meta de ser el goleador de la temporadas parque que al final del torneo le den el premio al máximo goleador, y ser reconocido por todos sus compañeros.

Ahora en la vida personal todos debemos ponernos metas, para poder sentir realizados con nuestros triunfos y porque no ser felices porque cumplimos una meta que nos propusimos desde niños, pero para lograr esa meta tenemos que esforzarnos, tenemos que luchar día a día, para poder ser los mejores y que ninguno nos pueda dejar atrás y que nos den a nosotros el premio; pero tienes que luchar si quieres llegar a la meta y ser el ganador debes de luchar y no dejarte caer, no dejar que alguien mas venga y te diga que estas equivocado, que no servís, siempre habrá alguien que te dirá eso cuando vallas en camino hacia tu meta y obtengas el logro.

Esa es la meta personal, la del éxito, la de los triunfos, pero también hay una meta que todas las personas tarde o temprano cruzaremos, unos cruzaran la meta equivocada y otros cruzaran la meta del éxito permanente, donde no habrá ganador, sino en la que todos seremos ganadores, si esas luchando por esta meta, que no es de esta tierra, te aseguro que todo lo que hagas acá no se comparara con esa meta celestial que te hará muy feliz por toda la eternidad, esa meta es por la que tienes que luchar, para esa meta te tienes que preparar diariamente, para mantenerte en forma y no dejar que caigas, porque esa meta es la mejor que puedas ganar, el premio que recibirás al cruzar por esa meta será el mejor premio que puedas tener, premio incorruptible, premio que nadie te podrá quitar, ni robar, porque ese premio tiene tu nombre.

Solo lucha por asir ese premio que te espera, si luchas fervientemente, eficazmente, con deseos, con coraje, y con amor podrás llegar a esa meta y obtener el premio que te espera, premio que tiene tu nombre, para poder disfrutarlo toda al eternidad.

Filipenses 3:12 No quiero decir que ya llegue a la perfección en todo, sino que sigo adelante. Estoy tratando de alcanzar esa meta, pues es la razón por la cual Jesucristo se apoderó de mí.